Una ruta de conservación en Pichincha con Mindo Cloudforest

Driving
Easy
05h 00m

Mindo Cloudforest viene desde el 2001 trabajando duro por la conservación de bosques y ecosistemas nativos del Chocó andino ecuatoriano, con un impacto no solo importante a nivel de ecología, sino también social: buenas practicas ambientales en las comunidades cercanas a sus proyectos, un turismo sustentable en la zona y la diversificación de las economías locales. Hoy, nos adentramos con Budget rent-a-car a conocer estos alrededores.

Una naturaleza única

Dominado por exuberantes bosques nublados, el territorio donde trabaja Mindo Cloudforest es conocido, sobre todo, por su interés ecoturístico, especialmente en el campo de la observación de aves. Por muchos años, toda la zona, conocida localmente como ‘el Noroccidente’ de Pichincha, contabilizaba los conteos de aves más abultados del mundo. Por la diversidad de especies—y lo que es quizás más importante—por la belleza de éstas, la zona es un verdadero imán para los amantes de las aves y, en muchos casos, un lugar ideal para que un simple curioso pase a convertirse en un aficionado empedernido. 

El colorido de las tangaras, la diversidad de colibríes (decenas y decenas de especies), la posibilidad de ver los bailes de cortejo de especies dichas exóticas como los gallitos de la peña o el pájaro paraguas, aves emblemáticas como tucanes, carpinteros, loros… todo ello hace de cualquier salida a estos bosques una oportunidad para salir regalado de ejemplos que revelan por qué nuestra naturaleza es una de las más asombrosas del planeta. Mindo Cloudforest lo sabe bien. Ha sido pionero en fomentar la observación de aves en el país—cuando pocos sabían de qué se trataba esta actividad—y, por ende, sus reservas son muy recomendadas.

Paradas obligadas del bosque nublado   

Ver aves es una cosa. Pero ver aves en el Noroccidente es toda una experiencia que no deja a nadie indiferente. En esta ruta junto a Mindo Cloudforest, cada una de las reservas de la fundación va mostrando a sus visitantes nuevas dinámicas ecológicas, a medida que uno va descendiendo la ladera occidental de los Andes. Esa es, en sí, la magia de Ecuador. Si bien los bosques parecen una sola alfombra verde que sube y baja con las ondulaciones del paisaje, no es una misma cosa. Son las aves la principal evidencia de ello. Cada lugar ofrece algo distinto.

Por supuesto, para realmente entrar en calor, uno debe familiarizarse con la ecoruta ‘Paseo del Quinde’. Este viejo camino de tierra ofrece condiciones muy propicias para la naturaleza, puesto que no ha sido impactada por el asfalto y el crecimiento de los pueblos que uno encuentra en la carretera principal. Toda la ecoruta puede ofrecer encuentros especiales con aves a partir del pequeño pueblo de Nono.

Viajando a un costado del río Alambi, hacemos camino hacia la primera serie de reservas de Mindo Cloudforest, ubicada a la altura del pequeño villorrio selvático de Tandayapa. Son tres propiedades ubicadas en la misma zona general, dos de ellas a elevaciones más bajas (Reserva Tandayapa) que no cuentan con infraestructura turística, pero por lo mismo, son excelentes para ver especies subtropicales, a 1650 msnm. La más importante y extensa de estas propiedades es la más elevada (a 2300 msnm), llamada Reserva Oreothraupis, en honor de un ave muy especial de la zona conocida formalmente como Tangara Pinzón. Aquí viven osos de anteojos y la muy rara y fascinante Tapacola Ocelada. Entre los atractivos del lugar, irónicamente, está el sendero OCP, por donde pasa el oleoducto (¡las aves no parecen ofendidas, porque hay cualquier cantidad!). Las vistas sobre la reserva Mindo Nambillo son espectaculares y existe una buena posibilidad de ver aves muy hermosas como el multicolor Barbudo Tucán o el Tucán Montano Piquilaminado (¡un tucán con plumaje color azul!).           

A poca distancia de aquí, en un desvío de la ecoruta, puedes hacer escala en la pequeña propiedad de Puyucunapi. Senderos hacia una pequeña cascada y un bonito jardín de colibríes hacen de este un buen lugar para encontrarse con un quetzal y varias especies de tangaras.  

Uno puede siempre hacer escala en X Mindo para comer algo antes de continuar hasta el Santuario de las aves. Esta reserva es una de las más importantes del proyecto de Mindo Cloudforest. Es la que cuenta con mayor infraestructura, incluyendo la posibilidad de estadía, con una pequeña tienda de souvenirs y una serie de senderos, incluyendo la posibilidad de bajar al bonito río Chalhuayacu. En cuanto a aves, aquí uno encuentra especies de elevaciones subtropicales, incluyendo el fabuloso Tucán del Chocó, algunas especies de tucanes más pequeños conocidos como arasaris, el singular Pájaro Paraguas o ‘pájaro toro’ y los saltarines Alitorcido y Aligerado. Estas dos especies son conocidas por sus extraños bailes de cortejo de las que, con suerte, podrás ser testigo. También, por supuesto, esta su siempre activo jardín de colibríes, con muchas especies de todo tipo.   

Con gran orgullo, la fundación Mindo Cloudforest ha logrado contribuir a la implementación de una nueva ecoruta. Está en un proceso de ampliación, pero por el momento, es muy recomendable visitar la hermosa Cascada de Talalá.

Para finalizar esta ruta, hay que viajar en dirección a Puerto Quito hacia la Reserva de Silanche, ya en una zona mucho menos elevada y tropical. Aquí, las especies abundan… especies como el Loro Cachetirrosado o la Cotinga Blanca… y algunas especies que uno no podría ver con tanta facilidad como aquí en otras partes del país.

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