Paseando con estilo por el Centro de Cuenca

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Siempre dan ganas de volver a Cuenca. Una ciudad fresca, colmada de arte, historia y tradición que conserva la fusión perfecta entre un tranquilo susurro del pasado y el bullicio moderno de sus zonas turísticas, creando un entorno donde todo parece estar a un paso de distancia…

Hoy te presentamos un itinerario exprés que te permitirá saborear la belleza de Cuenca en una mañana; por supuesto, diseñado para explorarla a pie. Por ello, para comenzar, te sugerimos que hagas tu primera parada en los emblemáticos Sombreros Homero Ortega. En este lugar, podrás no solo conectar con las raíces de la tradición cuencana, sino también llevarte un auténtico sombrero de paja toquilla, una prenda única para recorrer la ciudad y conservar un pedazo del patrimonio ecuatoriano, hecho a tu medida, para toda la vida.

Si llegas a Cuenca en avión o autobús, tenemos buenas noticias: la sombrerería se encuentra a pocos pasos del aeropuerto y la terminal. Si estás quedándote en el centro de Cuenca, un rápido viaje en tranvía te lleva a la parada del Terminal Terrestre. 

Aquí, además de encontrar excelentes sombreros de paja toquilla, descubrirás un museo completo con una riqueza de información sobre esta prenda declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. También podrás observar el proceso de fabricación, que involucra al menos a ocho artesanos para cada sombrero y consta de seis etapas. 

(Si deseas aprender más sobre la paja toquilla, te invitamos a leer aquí; y para conocer más sobre Sombreros Homero Ortega, haz clic aquí)

Una vez que te sientes como un auténtico lugareño y estés convenientemente protegido del sol, puedes desplazarte con estilo; toma el tranvía hacia el centro (Terminal Padre Aguirre) y ¡a pasear! 

Justo en frente del museo, móntante la parada del Terminal Terrestre, que en menos de 15 minutos te llevará al Parque Calderón; ¡tiempo suficiente para enamorarte de la ciudad!

Una inmersión en el corazón de Cuenca

Este recorrido empieza en el impresionante Parque Calderón, en el corazón del casco histórico. Cuenca es la segunda ciudad Patrimonio de la Humanidad UNESCO en Ecuador y luego de este paseo, comprenderás por qué… 

Esta inmensa plaza alberga árboles gigantes y centenarios, las araucarias traídas directamente desde Chile que rodean la estatua central en honor a Abdón Calderón, héroe en la lucha por la independencia del Ecuador. Este lugar se presenta como el punto ideal para sentarte a contemplar la cotidianidad de los cuencanos, rodeado de naturaleza y con postales memorables de la ciudad.

Pero no podemos quedarnos en el exterior. Por más majestuosa e imponente que luce la Catedral sin distinguir la hora, debes tomar valor y adentrarte en ella. Por ejemplo, a través de la pequeña calle aledaña de Santa Ana, descubre encantadores restaurantes y tiendas que se desvelan a cada paso. Solo necesitas alzar la mirada para apreciar la asombrosa arquitectura, donde el ladrillo rojo le otorga su distintivo carácter y contribuye al sobrenombre de Cuenca como la Atenas del Ecuador.

Es aquí donde encontrarás una de las plazas más pintorescas de la provincia y, por qué no, del país: el Seminario San Luis. Un patio de ensueño con la vista precisa de las cúpulas celestes de Catedral; no puede faltar fotos aquí para tu Instagram. Eso sí, ¡luciendo tu espectacular sombrero Homero Ortega! Además, este rincón es ideal para hacer una pausa y sentirte transportado, a pesar de estar en pleno centro de la ciudad.

Una vez que hayas recargado energías, estarás listo para subir a las cúpulas de la Catedral y deleitarte con una de las vistas más impresionantes de la capital, un paisaje que quedará grabado en la memoria. 

Flores y un poco más

Otra selfie imperdible con tu sombrero la puedes tomar en la Plaza de las Flores. Te bastarán pocos pasos en dirección a la calle Bolívar para identificarla fácilmente. La plaza se encuentra detrás de la Catedral Nueva, un punto de referencia inconfundible por la explosión de colores de sus hermosos pétalos y el aroma que seguro te envolverá. Acá te darán la bienvenida las anfitrionas de esta maravillosa ciudad, las cholitas cuencanas, prestas a mostrarte todo su surtido de flores de verano, otro producto ecuatoriano que, como el sombrero de paja toquilla, se exporta a todos los rincones del mundo.

No dejes de pedirte un agua de pítimas de la tienda lateral de la hermosa Iglesia Carmen de la Concepción; esta bebida relajante, concebida por las monjas carmelitas para infundir paz en medio de las prisas cotidianas, es una buena idea si quieres recargar el espíritu…

No hay mejor que cerrar tu visita con una de lás mejores vistas del país en Negroni. Desde la terraza, justo al frente del Parque Calderón, podrás observar todo el panorama y procesar todo lo vivido con un cafecito en mano, quizás incluso con un almuerzo. Es de esos pequeños regalos de la ciudad que no querrás perderte. Es por ello que en cada detalle, Cuenca siempre te invitará a regresar.

Este recorrido de media mañana te abre la puerta a la ciudad llamada la más hermosa de Ecuador.

Fotografías: Carlos Puga / Juan Ricaurte

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