En aproximadamente cinco minutos desde el momento en que ingresamos al restaurante Muya de Manta, la chef colombiana Tatiana Castillo definió el proyecto con frases decidoras. Lo llamó “una clínica de cocina”; lo llamó también un “taller de trabajo”; lo llamó, incluso, “su casa” (y lo es, el segundo piso al menos, aunque también lo interpretamos metafóricamente). Nos dijo, además, que aquí en Muya terminó por encontrarse de verdad.
Tatiana, con todo su carisma y energía, es sólo una mitad de la ecuación en Muya, la cual es complementada por Cecilia Cedeño, portovejense y mentalizadora de esta deliciosa novedad de Manta. “En estos dìas, después de preguntarnos con Tatiana qué tipo de cocina hacíamos, llegamos a la conclusión de que Muya es una ‘cocina para amigos’. Empezamos justamente ahí, en la amistad sincera e incondicional que nació en 2010, a kilómetros de nuestros hogares, en la ciudad de Buenos Aires,” explica Cecilia. Ambas, estudiantes del Instituto Mariano Moreno de esa ciudad, comparten hoy el mismo concepto de conjugar la sabiduría criolla en la “alta gastronomía”.
El restaurante se levanta sobre el antiguo patio de la casa de familia, donde se ubicaba nada menos que el huerto. Luego de los estudios culinarios, Cecilia se propuso montar un restaurante propio sin ninguna idea de cómo realmente crear un negocio de tan ambicioso, con sólo la buena sazón, el amor por la cocina, los buenos ingredientes, sabores y texturas frescas y naturales. Muya, dicho sea de paso, quiere decir huerto en kichwa.
La carta en sí dice muchísimo. Cargada de sabor e historias, es un registro no sólo de los puntos en común entre ambas chefs, es también un reflejo del cariño que sienten hacia el equipo que han contratado, uno a uno, “mirando más que una hoja de vida, una actitud.” Los “chicos” iniciaron como ellas, igual de inexpertos, pero motivados, para levantar algo diferente en la ciudad. Algunos continúan desde el primer día.
Si existe la cocina de autor en Muya, los autores son muchos… entre esos, están los propios meseros, como Edison Muentes, quien inspiraría el llamado Lomo Muentes. Está también el delicioso “Sopea’o Bailón”, receta de Pedrito Bailón, uno de los cocineros, quien comparte la receta de su familia, al igual que el Coctel Pionce, receta del jefe de cocina, Cristian Pionce, quien también aporta con la especialísima Longaniza casera, una antigua receta de su abuela.
Hay recetas de amigos en común, como la Sopa México Mío de un colega mexicano, Rodolfo Miranda, o el Pulpito Herrera, de Juan Felipe Herrara, otro colega, colombiano. Hay influencias marroquíes, como el cuscús; hindúes, como la canela en el arroz; orientales, como el jengibre; peruanos, como la ‘leche de tigre’. Está el Tataki Montubio, láminas de atún con salprieta, un plato verdaderamente inolvidable!
“Así,” explica Cecilia, “cada día surgen nuevas ideas de amigos buen diente, mamás de amigos, un día de mercado, un antojo, un olor que nos mueve algún recuerdo, o la simple gana de compartir lo que somos y en lo que creemos, mediante el sabor’. Y así, decimos nosotros, cada plato tiene su historia. Y cada historia merece ser devorada, en Muya.
Muya Cocina Gourmet
Ciudadela Universitaria, Calle U8
Manta, Manabí
(+593 9) 89 19 4782