Más allá de Misahuallí: una ruta amazónica
No es un día caluroso. Aun así, el clima y la humedad nos obligan a cambiarnos de ropa al pasar la ciudad de Tena. Así es la selva, te prepara antes de adentrarte en ella. Por fortuna, el vehículo en el que viajamos para esta aventura es el que nos recomendaron en Budget rent-a-car, y al igual que nosotros, ¡está también listo para todo!
Tomamos la vía con dirección a Talag, parroquia que se encuentra dentro del Parque Nacional Llanganates. Junto a la carretera, el río Jatun Yaku es nuestro guía hacia el primer destino: la Laguna Azul (Waysa Yaku) para los locales.
Pasamos por la parroquia de Pano, donde nos sorprendimos gratamente de todos los letreros y anuncios de actividades para hacer en el lugar: camping, glamping, visitas a jardines botánicos, mariposarios y, por supuesto, infinidad de senderos y cascadas que nos dicen que ya estamos adentrándonos en la selva.
Son poco más de 25km. de recorrido a través de pura naturaleza. Parqueamos el vehículo y nos preparamos para un refrescante baño. El complejo de Waysa Yaku cuenta con cuatro piscinas naturales que se forman antes de desembocar en Jatun Yaku (gran río). El entorno es precioso, pero algo que destaca son, sin duda, las inmensas rocas volcánicas provenientes de la última gran explosión del Cotopaxi según los locales. Un lugar para relajarse, disfrutar y degustar comida típica.
Retomamos la ruta de vuelta a Pano, donde hicimos breves paradas para admirar el paisaje y pensar en todas las maravillas que todavía quedan por explorar en esta zona.
Rumbo a Misahuallí
Habíamos escuchado mucho de la cascada de latas, uno de los atractivos imprescindibles en la zona de Misahuallí, así que retornamos a Tena para dirigirnos ahí, en un trayecto de alrededor de 20 minutos.
Tomamos el desvío a la cascada pero, al igual que en Pano, había un gran número de letreros que indicaban otros destinos que también se veían interesantes. Por ello, avanzamos para descubrir algo nuevo. Una vez más, la selva tomaba las riendas del camino.
Es un trayecto breve, caluroso y repleto de intriga. Nos detuvimos en la entrada hacia el sendero que conduce a la cascada Kallary Paccha, que significa algo como el inicio de la tierra. El lugar es administrado por los vecinos que decidieron dedicar este pedazo de tierra al turismo. La cascada tiene pequeña pendiente que desemboca en un tranquilo oasis natural en el que se puede refrescar por horas. El sonido del agua y su caída purifica cuerpo y mente, un propósito oculto de estos lugares de la zona que reciben sus visitantes sin esperarlo.
Empieza a caer la tarde y sabemos que es momento de encontrar un lugar para descansar, uno que idealmente conserve el ambiente de esta aventura. A escasos diez minutos por la vía a Misahuallí, visitamos el lugar ideal que mantiene esta característica: Hamadryade Lodge.
El sendero hacia el lodge emula lo que termina siendo, una puerta a un paraíso en medio de la misma selva. Sus cabañas, piscina, lobby y restaurante tienen una vista amplia e inmersa en la naturaleza. Tras un día largo como el nuestro, se ofrecen servicios de spa, masaje, temazcal y ceremonias que acompañan una experiencia única en la zona y que te recomendamos visitar para una estadía cómoda o un auténtico glamping selvático.
A orillas de Arahuno
Al día siguiente, tomamos un tour en lancha desde el puerto de Misahuallí. Sin dudas, el lugar más concurrido por los turistas que se divierten con los juguetones monos que se los ve paseando por la plaza principal a toda hora. A su vez, son un símbolo de la inmensa diversidad de fauna de la zona y de la cual conoceremos más tras adentrarnos río adentro por el Arahuno.
Acompañamos a un grupo de extranjeros en una visita al centro de rescate animal ‘Amazoonico’, donde la fauna silvestre de todo tipo ha encontrado un hogar seguro. Los animales que se encuentran en este lugar han sido rescatados de diversas situaciones para poder sanarse en cautiverio y, de ser posible, ser reinsertados de vuelta a la naturaleza.
Es una visita repleta de encuentros salvajes y únicos a la vez, donde las historias de caimanes, monos, tucanes, tortugas y coatíes del lugar mantienen viva la esperanza de seguir trabajando por conservar su inmensa diversidad. ¡Sin mencionar que se los puede apreciar muy de cerca! Por lo que caminar por sus senderos guiados con voluntarios del lugar será una experiencia para no perderse.
De vuelta al río, de camino a nuestra última parada, Carlos, nuestro guía nativo, hace una parada breve en la laguna de los caimanes, donde alimenta a estos animales frente a las miradas asombradas por la sutileza con la que degustaban la carne que se les arrojaba. Luego, paramos en la parroquia de Arahuno donde almorzamos antes de visitar a una comunidad local.
Media hora tomó el recorrido en lancha a los alrededores de Puerto Misahuallí, donde se asienta la comunidad kichwa ‘Ayllu Awarina’. Su gente, alegre y maravillosa, nos recibió con los brazos abiertos para introducirnos a su cultura y tradiciones que se mantienen vivas a pesar del paso del tiempo. Una cápsula de tiempo con un valor incalculable.
Las vestimentas de las mujeres siguen siendo confeccionadas con sus propias manos y con materiales naturales del lugar. Ellas nos dieron la bienvenida a la casa comunal. Con una gracia indescriptible, las mujeres y niñas de la comunidad hacen una danza de bienvenida a la que nos uniríamos después de tomar un poco de chicha de yuca recién preparada.
Caminando por la comunidad, se pueden adquirir frutas y artesanías autóctonas, mismas que ayudan al su crecimiento y desarrollo. Hay también un pequeño centro de rescate donde permanecen animales que han sido encontrados en situaciones desfavorables en los alrededores. Todo esto forma parte de un sistema comunitario en el que prima el cuidado por el otro y por su entorno.
Así, después de esta experiencia en comunidad, reflexionamos de vuelta en lancha sobre la importancia de visitar los lugares de esta ruta, mismos que aportan a un desarrollo sostenible y beneficioso para la provincia y sus habitantes, humanos y animales. Es por esto que volveremos (y esperamos que ustedes también) para descubrir nuevos lugares que aquí no estuvieron escritos.
Somethings went wrong!
Please Start Again.