Hay pocos lugares más románticos en el casco histórico de Quito que la legendaria casona del Hotel Mama Cuchara, desde donde, siglos atrás, una mujer desesperada lanzó un santo a la calle y encontró su más grande y preciado anhelo: el amor de su vida.
Cuenta la leyenda que en el barrio de Mama Cuchara en Quito había una bella doncella que no podía hallar hombre que mereciera su cariño. Había buscado en toda la ciudad por él, pero vivía desilusionada, sin saber si en el mundo existiera la persona que fuera de su provecho y satisfacción. De esta manera, decidió acudir a un santo italiano, al que, decían las recetas del amor eterno, había que colocar de cabeza. Luego de nueve días de rezarle apasionadamente, el amor llegaría a la puerta de quien lo pidiera.
Esto hizo la mujer y luego de los nueve días de sentidos rezos, nada había ocurrido. Devastada y resignada a vivir una vida soltera, abrió la ventana de su recámara y lanzó el santo a la calle.
“¡Aú!” gritó un hombre al recibir el objeto en la cabeza. Muerto de las iras, golpeó la puerta de la casa de la bella doncella y exigió hablar con la persona que le había atacado. La doncella, apenas miró en los ojos de este desconocido, quedó perdidamente enamorada. No menos enamorado quedó él y poco después la pareja se casó; felices… para siempre.
La recámara desde donde esta legendaria doncella quiteña lanzó su santo es una de las 26 preciosas habitaciones de este exclusivo, hermosamente decorado y restaurado, hotel del Centro Histórico de Quito. Repleto de objetos de arte, de una fabulosa colección de cuadros, es también hogar del bar “El Santo que da marido”, una fabulosa terraza con vista al Panecillo, donde se preparan los mejores cocteles y uno se siente inmerso en el corazón de la ciudad antigua. ¡No hay, quizás, lugar más romántico!
Una casa-hotel
Si bien los años habían roído el rostro de la bonita “última casa” de la Loma Grande —el final del pequeño redondel que marca el límite sureste del Quito colonial— no habían desmerecido aun el orgullo de tan atractiva construcción. Fue algo que sin duda notó Stephany Reeson cuando la eligió para iniciar su proyecto Art Hotels, una línea exclusiva de hoteles a través de Ecuador que da nueva vida a residencias y barrios patrimoniales.
En este caso, la propiedad antiguamente pertenecía a la Hacienda La Encantada. Por ello uno siente el pasado colonial de sus vigas originales y el bareque de las paredes que han sido mantenidas con cuidadoso equilibrio ante las añadiduras modernas, necesarias para fortalecer la construcción y ofrecer la más atractiva comodidad para huéspedes de todo el mundo.
Esta restauración integral incluyó la fachada, la cual brilla hoy como la joya central que cierra el broche de la tradicional Calle Rocafuerte. Su carácter de pequeña villa se transforma al momento de ingresar en el hotel, el cual se abre mágicamente como una gran mansión, aprovechando tanto el metraje de la propiedad como su luz natural y cimientos existentes. Gran ejemplo de ello es La Plaza, el espacioso patio interior que domina las instalaciones.
La atención a cada detalle —el propio amor por el arte de los dueños— está en evidencia en cada rincón. Los cóndores de la fuente central; las coloridas lámparas que, si bien lucen de cristal, son de plástico reciclado; los intrincados espaldares de madera de las camas, realizados por artesanos del talentoso pueblo de San Antonio de Ibarra, al igual que los coloridos vitrales; la inclusión de claraboyas en las habitaciones para crear un armonioso claroscuro… Existen muchos motivos para enamorarse (de y en) esta joya de hotel.
Por supuesto, uno de los grandes beneficios de este tipo de operación es comunitario. La transformación del barrio, la visibilidad que un hotel de este calibre brinda a los residentes, ha hecho de un lugar antiguamente considerado como abandonado —y por ende, peligroso— en un rozagante y dinámico enclave de la ciudad para que todos puedan aprovechar de sus encantos.
Hotel Mama Cuchara es muestra irrefutable de que el encanto de las ciudades vive en sus leyendas y las paredes e historias que elegimos conservar. Como una de las más hermosas historias de Quito, es también una de sus estadías más especiales… te la recomendamos, especialmente si quieres llenar tu estadía de romance.
Contacto
Vicente Rocafuerte E3-250 y Luis Chavez. Quito, Ecuador.
(+593) 2 381 3400
stay@arthotelsecuador.com
https://www.hotelmamacuchara.com
Fb: /hotelmamacuchara
Ins: @hotel.mama.cuchara
Fotografías por: Juan Ricaurte