Cada año en estas fechas celebramos Finados. Si bien en los últimos tiempos ha ganado fuerza la locura por la cerveza durante el ya globalizado Octoberfest, no llega (aun) a sobrepasar la intensa afición que sentimos los ecuatorianos en estas fechas octubrinas por las buenas guaguas de pan y su acompañante obligada: la colada morada.
En Quito, la pasión por este ritual lo reflejan tanto comensales como cocineros y cada año las panaderías le ponen mucho empeño a mejorar sus recetas y (sobre todo) embellecer sus creaciones. Se podría decir, de hecho, que esta tradición tiene más que ver más con estética que con sabor. Las guaguas que hoy por hoy se venden en el cementerio de Otavalo, por ejemplo, cargadas de simbolismo y siempre tan bonitas, ni siquiera son dulces…
Con el tiempo, en todo caso, se han convertido también en un delicioso manjar, una de las expresiones culturales culinarias que más sabores y texturas (¡y deliciosos rellenos!) ofrece.
Este año, volvemos a la carga en busca de las mejores… Por eso queremos compartir con ustedes cinco que realmente valen la pena.

1. Corfú/Cyrano
Hay que darle puntos a Corfú y Cyrano simplemente por su larga trayectoria haciendo colada morada y guaguas de pan. Además, su cantidad de versiones. Para muchos, son consideradas las ‘tradicionales’… (¡quién se acuerda de las ‘verdaderas’ tradicionales! Porque para nuestras tatarabuelas no eran ni dulces ni suaves ni rellenas de nada). ¡Pero acá, los rellenos son un cuento aparte! ¡Hasta probamos una guagua que era un pastel y no un pan! Además, hay veganas, de maíz… o la Baltazara, la guagua negra. Difícil sería ignorar la tradición que mantiene con vida esta panadería referente de Quito.

2 Hay Pan
Y claro, siempre está la competencia. Hay Pan rápidamente se ha convertido en otro referente panadero de la ciudad. Como Cyrano, inspirado de la cultura gastronómica de Francia, Hay Pan se ecuatorianiza para crear sus guaguas a su estilo, con un desdoble intrigante: de la cintura para arriba, una clásica brioche y de la cintura para abajo, un pan más crocante que rememora a las guaguas de nuestros antepasados: hechas en horno de leña, doradas hasta volverse duras. En todo caso, el sabor deleitará a quien las pruebe, ¿con qué? Sus clásicos y deliciosos rellenos, of course…
3 Panadería El Labrador
Cuando uno degusta una guagua de pan con colada morada, difícilmente se remonta más allá en el pasado que su niñez. Pero la realidad es que la tradición nos lleva a algo muy antiguo… ¡quién sabe cuán antiguo! Y ¿quién mejor para hacernos recordar esta evolución histórica que Panadería El Labrador, con sus preciosas Valdivias? Creemos que la imagen lo dice todo… ¡cada una con su propio tocado!

4 Pacari
Pacari unió fuerzas con uno de los grandes chefs quiteños, Mauricio Acuña, para crear su especialísima —y no tan pecaminosa como parece (pues la masa es vegana)— guagua de pan. Cien por ciento chocolate puro, ecuatoriano, eco-consciente… y esto del chocolate, en un lugar como Pacari, no se lo toman a la ligera: ¡hay chocolate en la masa, en el relleno, en la decoración! Una receta que no puedes dejar pasar.
5 María La Panadería
¿Una guagua viajera? Sí, existe. Para María La Panadería, viajar es lo más importante… y ya que no podemos ir muy lejos estos días, nos invitan a conocer el mundo a través de sus preciosas Matryoshkas… guaguas entre quiteñas y moscovitas. Rellenas de frutas orgánicas y chocolate de República del Cacao, hechas con masa madre de fermentación larga, su deliciosa masa brioche, su textura, relleno, sabor —¡todo 10!— no esperes más tiempo para degustar una de estas curiosas muñecas rusoecuatorianas.

Y para cerrar…
NO TE PUEDES PERDER la ‘cerveza de colada morada’ de OMOTOS… Ya la habíamos probado el año pasado y volvemos a incluirla (y la seguiremos incluyendo) en esta lista de experiencias ‘guagueras’, porque cuando llega octubre, ¡hay que tomar cerveza…! ¡Y qué más pertinente que sea de colada morada!
