La experiencia Añangu Napo Wildlife Center y Napo Cultural Center

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La comunidad amazónica de Añangu ha creado una operación campeona en todo sentido, ganadora cada año de galardones por su incomparable calidad, conciencia ambiental, proyecto ancestral y comunitario y alcance como aventura única en naturaleza… Fuera del Ecuador, es un emblema de la sostenibilidad y, en muchos círculos, su sobrecogedora experiencia ni siquiera se la asocia con nuestro país. Es, sin duda, uno de los destinos más cotizados del planeta y te queremos contar por qué…

No existe obra humana capaz de competir con el poder de la naturaleza en su máxima expresión. Es este el conocimiento profundo que hace del concepto turístico propuesto por la comunidad de Añangu una aventura amazónica sin parangón en el mundo.

Es un conocimiento a varias escalas que mueve a este grupo nativo de la profunda selva amazónica ecuatoriana. Un conocimiento de heredad ancestral. Un conocimiento de su incomparable naturaleza y una convicción de que no hay lugar en el mundo tan rico en experiencias como el “patio de sus casas” a las orillas del poderoso río Napo, en el Parque Nacional Yasuní.

Todo empieza al bajarse del avión

Napo Wildlife Center es el producto original (y estrella) de Añangu (hormiga en kichwa). La comunidad ha creado con tesón, convicción y mucho esfuerzo uno de los proyectos en Amazonía profunda más especiales del mundo. Cuando uno se encuentra con su infraestructura en las inmediaciones de una selva insondable, se pregunta cómo, con qué maquinaria (con qué helicópteros, embarcaciones fluviales…) logró transportarlo todo hasta aquí… La asombrosa respuesta que puedes escuchar de los guías y remeros nativos es que fue, precisamente, en esas mismas canoas tradicionales con las que uno llega silenciosamente, por pequeños riachuelos hasta el lodge, que lo hicieron. Cada viga de madera, cada refrigeradora, cada vara de metal para crear las cabañas, cocinas, las portentosas torres de observación…

Son detalles que marcan una diferencia enorme. Detalles de esfuerzo, de organización, de simple y llana mano de obra (¡épica mano de obra!) con pocas posibles comparaciones no solo en el país, sino el mundo. Detalles que uno nota de inmediato a cada paso.

 

Desde el momento en que desciendes del avión en Quito, te olvidas de toda preocupación porque aquí, la comunidad de Añangu, con su cuidado milimétrico de la logística, marca el camino para crear la aventura más cómoda y segura posible. Un asesor de aeropuertos específicamente designado espera en el counter para conducir al grupo sin contratiempos hasta su próxima conexión, un vuelo a la ciudad fronteriza de Coca. Las maletas solo las volverás a ver en tu habitación… seis horas más tarde. Pues desde aquí viene, en etapas cada vez más emocionantes, el asombroso trayecto hasta el corazón negro de la selva más imponderable del planeta.

El traslado en avión desde la capital Quito, sentada entre altas montañas en medio de los Andes, hacia la ciudad fronteriza de Coca en la cabecera del río Napo, produce las primeras impresiones; en tan solo media hora, nos trasladamos desde el clima templado y primaveral al caloroso trópico, dominado por el verde interminable de millones de árboles. La comunidad de Añangu es el único lodge ecológico que cuenta con su propio muelle en este puerto fluvial, un muelle apartado de la zona más transitada y poluida de acceso público. Es, de nuevo, un detalle; pero no por ello, un detalle anodino. Experimentar el embarque aquí es singular de por sí, donde uno ya siente la asombrosa extensión de este destino incomparable.

La segunda etapa es un viaje sobre el río Napo, un potente curso de agua color café con leche que lleva en sus aguas decenas de ríos y cientos de arrollos que han transitado desde los altos glaciares y el páramo de los Andes en su camino al gran Amazonas. En cómodos asientos, este viaje fluvial “ejecutivo”, también es especial. En para cada viajero tendrá su impacto personal. Algunos quedarán estupefactos de la inmensidad del río y el bosque circundante; otros podrán ver los estragos ambientales provocados por la actividad petrolera. El viaje dura dos horas, sintiendo el viento fresco en la cara a medida que avanza la canoa a motor hacia el saliente.

La tercera etapa —solo quienes se hospedan en Napo Wildlife Center la vivirán el día de llegada— es, sin duda, la más emocionante, el motivo por el cual uno viaja tan lejos. El muelle de la comunidad está apostado sobre un pequeño riachuelo que obliga a andar a remo. Avanzamos lentamente por aguas negras, rodeados de papagayos, monos, aves de todo tipo, con el posible encuentro de nutrias gigantes, algún caimán dormido… Son casi dos horas de traslado que pasan en instantes, una verdadera inmersión cuyas palabras para describirla siempre quedan cortas.

Los lujos de Napo Wlidlife Center

Lujo es una palabra que depende mucho de las circunstancias. En medio de la selva amazónica, a kilómetros de la civilización, lujo puede significar algo tan simple como un capuchino… o una ducha caliente. Pero en Napo Wildlife Center, lujo va mucho más allá. Si bien uno se siente rodeado de selva, amplísimas cabañas siempre frescas (que combinan, además, fabulosamente con el entorno) crean un híbrido entre la sabiduría ancestral de la cultura kichwa y las ventajas de la modernidad, ofreciendo electricidad, todas las amenidades de cualquier hotel cinco estrellas, desde toallas de algodón hasta zapatillas de baño y agua filtrada por un sistema de tecnología punta.

Lujo también es, por supuesto, el hecho de que todas las habitaciones cuentan con un porch y vista al lago; que, envueltas en árboles, las habitaciones suelen ser el panorama ideal para ver pasar manadas de monos y bandadas de aves; que las suites tienen jacuzzi y duchas estilo “cascada” pero también fondo de vidrio para ahondar en la experiencia natural. Y claro, está la logística en sí. La manera no solo en que se maneja la seguridad y traslado, sino la forma en la que uno logra explorar el entorno.

Caminatas en varios tipos de bosque, paseos en canoa, salidas nocturnas, visitas a los saladeros donde no solo verás decenas de loros a ninguna distancia, sino donde también se han registrado tapires y hasta jaguares, junto con fabulosas torres de observación donde (otro lujo) podrás ver lo que nadie logra ver: el dosel de árboles de más de 50 metros de alto, hogar de águilas arpías, monos sakis, perezosos y aves que no bajan hacia otros estratos del bosque. Un vergel para observadores de naturaleza de todo tipo, incluyendo una creciente tendencia de aficionados a la fotografía de insectos…

Una experiencia vivencial como ninguna

La comunidad de Añangu preserva sus tradiciones desde hace milenios y su segundo producto, un fascinante viaje cultural, ofrece una ventana a la vida en tan prodigiosa selva. En el Napo Cultural Center, visitantes permanecen a las orillas del río Napo —pueden recorrer y conocer todos los puntos de visita del Parque Nacional Yasuní, ofrecidos en Napo Wildlife Center— con el añadido de obtener un verdadero acercamiento a su milenaria cultura.

Quizás el catamarán ancestral es la experiencia más poética del lugar. Las mamakunas, las mujeres principales de la comunidad, amenizan un viaje en una embarcación enorme con una fogata humeando en el medio, navegando por los ríos en la noche, contando las historias del pasado, presente y futuro de los varios mundos que componen la selva, a través de su música tradicional ancestral llena de visiones y musas naturales.

Es un viaje para explorar los secretos del bosque, las costumbres como la guayusada, las creencias y mitos de orígen, la fabricación y uso de la cerbatana, los patrones ancestrales de las mocawas y collares de poder que absorben las malas energías, la interpretación de los sueños y comunicación con el cuerno, todo bajo la mirada atenta del jaguar que todo lo distingue y atisba desde su guarida entre las ramas…

Sólo en Ecuador

El Parque Nacional Yasuní cuenta con números récord de especies de muchos tipos de organismos vivientes (plantas, insectos, aves). Añangu es el único lodge amazónico ubicado en sus linderos; fue la primera operación comunitaria de la región que prohibió la caza para asegurar el avistamiento de su biodiversidad y es una de las operación cien porciento comunitarias más exitosa de la Amazonía, sus ganancias indiscriminadamente reinvertidas en la comunidad.

Fotografías: Murray Cooper, Yolanda Escobar y Juan Pablo Verdesoto.

Contacto

Dirección: Yáñez Pinzón N26-131 y La Niña. Edificio Las Carabelas, Oficina 101. Quito – Ecuador

Reservas: sales@napowildlifecenter.com

Teléfonos:

US/CAN +1(800) 250-1992
UK: +0800 0325 771
Office Quito: +(593 2) 600 5893 / +(593 9) 9275 0088

Website: www.napowildlifecenter.com

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