Isla Española, en una esquina del archipiélago

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Galápagos es especial en cada rinconcito. Un ícono de esta singularidad es su rincón más antiguo: allá, ‘abajo a la derecha’ del mapa del archipiélago. Española fascina por su historia geográfica, la magnífica vida que utiliza sus peñascos, los hermosos paisajes que ofrece, abruptos contra el poder de las olas.

Española es una plataforma suspendida sobre el azul marino; es probablemente la isla más antigua de Galápagos y la que se encuentra más al sur.

Se irguió sobre el agua como si los dioses la hubieran levantado, creando imponentes acantilados alrededor de su meseta que batallan a diario contra la ferocidad del mar. Es una batalla perdida: esta será la primera de las islas que se rendirá ante el tritón de Poseidón. Se dice que regresará a su lugar de origen en los fondos marinos.

Lobos marinos descansan en la playa de Punta Suárez, isla Española.

Española es la extinción de un volcán de escudo, con la clásica planicie y forma de llanura que estos suelen crear. Seguramente se formó hace 4 millones de años, cuando la plataforma de Nazca se encontraba sobre el hot-spot de lava que crea (y destruye) a las Galápagos.

Gracias al volcán, que en ese momento lanzó enormes flujos de lava, se formó una planicie idónea para ser el hogar de aves marinas como los piqueros de Nazca – que siempre buscan pistas de aterrizaje – o, en especial, de los enormes albatros de Galápagos. Los albatros son los únicos de su familia presentes en esta parte del mundo y dependen de esta misma pista para su supervivencia: anidan solamente aquí y, una población muy reducida, en la pequeña Isla de La Plata, en Ecuador continental.

El albatros de Galápagos, especie emblemática de las islas y residente único de isla Española.

La antigüedad y ubicación de Española la convierten en un lugar de gran interés. Su lejanía en relación al resto de islas hace que cuente con especies endémicas, como el Cucuve de Española; su propia lagartija de lava; su propia subespecie de iguana marina y, claro, su tortuga gigante (la más pequeña de las especies de Galápagos).

Esta última está gravemente amenazada: años de cacería de los balleneros redujeron su población a solo 14 individuos; de esos, solo dos machos. Luego de enormes esfuerzos, la Fundación Charles Darwin y el Parque Nacional Galápagos han logrado devolver a la isla más de 2.000 tortugas. El conocido “Super Diego” fue uno de los machos encargados de la repoblación (de ahí su fama).

Aparte de sus hermosas playas de arena blanca, una de las grandes visiones de esta isla sonlas iguanas marinas, que también son muy especiales, especialmente por la coloración de sus escamas durante su época de apareamiento. En inglés se los tilda, afectuosamente, como las iguanas navideñas, (Christmas iguanas), pues presentan fuertes colores rojos y verdes, que contrastan profusamente contra las rocas negras sobre las cuales suelen descansar.

Las poderosas olas de isla Española, sobre los acantilados de Punta Suárez

Española, este agreste mundo en extinción es solo accesible vía crucero, con solo dos sitios de visita. Bahía Gardner, una preciosa playa de aguas cristalinas, ideales para el snorkel y para compartir en el agua con una animada comunidad de lobos marinos; y Punta Suárez, una caminata por entre los sitios de anidación de varias especies, incluyendo los albatros, piqueros de patas azules y pquieros de Nazca, que nos lleva a su punto culminante, el misterioso Soplador, un fenómeno geológico que crea un poderoso «soplido» de agua, similar al de una ballena, que se acciona al golpear de las olas.

PH: Jorge Vinueza

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