Muchos años pasó desapercibida, pero ahora, esta antiquísima casona resplandece nuevamente en el centro de Otavalo. Bajo el concepto de la cadena Art Hotels Ecuador, esta joya de la ciudad se convierte en el hotel boutique más importante de la ciudad que con orgullo porta en su nombre: Hotel Otavalo.
Los altos muros, sus amplios ventanales y la evocadora fachada de piedra del lugar delatan un estilo clásico de la arquitectura colonial española. Fue construida en 1930, y veinticinco años después se convertiría en uno de los primeros hoteles de la ciudad. No fue sino hace un par de años que el lugar fue renovado para la demanda moderna. Eso sí, conservando la belleza del interior y su fachada.
Por dentro, el contraste entre lo rústico y lo moderno es evidente. La piedra y los ladrillos originales de la construcción resaltan con cada uno de los detalles de artistas locales que lo decoran. Los amplios espacios iluminados y las decoraciones naturales también brindan un ambiente de paz para su visita. Basta nada más entrar para sorprenderse de lo lejos que puede sentirse la ciudad a pesar de tenerlo todo tan cerca.
Deluxe, Premium, Luxury y Superior son las categorías de las amplias habitaciones que hay en el hotel. Todas ellas cuentan con las comodidades necesarias para una estadía de lujo. Incluso el más pequeño detalle ha sido diseñado especialmente para su comodidad, incluyendo los cubrecamas, almohadas y cubiertas que, además de pomposas, son fabricadas por los hábiles artesanos de la región.
El restaurante del hotel, Sarance, es ideal a toda hora. Sus paredes están hechas de piedra volcánica, símbolo de su conexión con el taita Imbabura. El nombre proviene del antiguo nombre de Otavalo, cuando las comunidades comenzaban a asentarse en la zona de San Pablo. Sarance significa ‘manto que cobija a todos’, y es que claro, la interpretación gourmet de la comida ecuatoriana merece una fusión que cobije a varias culturas. Eso sí, preparada con los productos andinos autóctonos de estas chakras.
Otro lugar donde ocurren fusiones únicas es en Ñukanchiwan Taki, en bar que está ubicado en la terraza. Su nombre significa ‘ven a celebrar con nosotros’, y para ello hay una amplia variedad de cocteles de autor. Algunos con uvilla (agua y manto), higo (higuero) y jengibre (cacique), ¡todos deliciosos! Se recomienda disfrutarlos al atardecer con vista al volcán, sobre el colorido barrio Corazón de Manzana.
No olvide preguntar por las diversas actividades que ofrece Hotel Otavalo, todas ellas con artistas y artesanos locales que le enseñarán de su cultura. Aprenda la historia y confección de atrapasueños en Arte Nayia, conozca más sobre la milenaria tradición de los telares otavaleños en casa de la familia Morales y deléitese con el talento de Alí Lema en su taller de instrumentos andinos en Peguche.
Todos los días, al regresar de sus actividades, prepárese para un show cultural en la noche, organizado e interpretado por el mismísimo personal del hotel. Una oportunidad para formar parte de la nutrida cultura otavaleña que espera su visita.
Contacto
Calle Vicente Ramón Roca y García Moreno, Otavalo – Imbabura. Ecuador.
(+593) 6 292 8710 / (+593) 6 292 8711
(+593) 993 41 2224
otavalo@arthotelsecuador.com
https://hoteotavalo.com
Fb: /HotelBoutiqueOtavalo
Ins: @hotel.otavalo
Fotografías: Paula Holguín.