Hotel Oro Verde Manta: forjando un destino

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Es imposible pensar hoy en Manta sin su playa Murciélago. Sin su Hotel Oro Verde, que, da la casualidad, está ubicado en plena entrada a este pedazo de arena y mar en particular.

Hace 24 años, el dueño de la cadena, el señor José Antón Díaz, socio fundador de Oro Verde, se empecinó en lo que todos aseguraban era la locura más grande en cruzarse por la mente de un ecuatoriano: que el pueblito de Manta no solo era merecedor de un hotel cinco estrellas, sino que era posiblemente el lugar con más potencial turístico del país.

En la época, no existía ningún hotel que pudiera ofrecer a un turista las acomodaciones de cualquiera de las otras ciudades importantes del país. No solo esto, las playas como la conocida playa Murciélago y las demás, ubicadas más al sur, las disfrutaban locales aventureros, pero eran parajes abandonados. Pocos vislumbraban mayor desarrollo para este gran puerto.

El puerto de Manta, uno de los ejes del crecimiento de la ciudad.

Poco a poco, sin embargo, se fue probando lo que don José Antón vislumbró cuando erigió el primer hotel de lujo en la ciudad: que este pueblo costero, lleno de maravillas incalculables en cuanto a paisajes, historia y cultura, era un destino turístico sorprendente en el corazón de la costa del Pacífico. Y no hay como Manta, un punto de acceso a una de las provincias —Manabí— más idiosincrásicas del país: su paja toquilla, sus ceviches, sus corviches, su tierra montuvia, tierra del kite-surfing, tierra ancestral de una de las civilizaciones más antiguas de América… ciudad de 12 playas y una gran costanera con la ciudad que más se ha desarrollado en los últimos veinte años en Ecuador. ¿Quién lo hubiera pensado?

El antes y el después del turismo de Manta

Jose Antón Díaz escogió, sí, una cueva de murciélagos sobre la cual erigir su hotel. Esta cueva, que hoy forma parte de las catacumbas del hotel, es la que le da el nombre a la playa más buscada de la ciudad.

Playa Murciélago al atardecer.

El acceso directo a esta playa desde el hotel es placer de todo quien realiza su estadía aquí, pues es tener el balneario y todas sus gracias para uno mismo.

Oro Verde cree en Manta como el destino turístico más importante del país.

Hoy, Hotel Oro Verde Manta es un lujo impensable aún para lo que se hubiera imaginado José Antón Díaz en sus más esperanzadas proyecciones.

Su remodelación ha sido integral y es eficiencia y tecnología punta de principio a fin; desde su estructura hasta sus habitaciones, desde la forma cómo opera, con un departamento de entretenimiento in situ hasta la nueva infraestructura de sus codiciados bungalows estilo Las Maldivas, con piscinas privadas y diseños creadas para el turista del futuro, quien busca exclusividad y privacidad en sus vacaciones.

“Cambiamos absolutamente todo. Lo único que mantuvimos fue el activo más importante del hotel: nuestro personal” nos dice Ricardo Ferri, jefe ejecutivo de Hotel Oro Verde Manta.

Un destino per se

Sí. Hotel Oro Verde Manta es un destino dentro de un destino, con 27 mil metros cuadrados de jardines y piscinas; con dispositivos completamente inclusivos: habitaciones con Braille, personal capacitado para el lenguaje en señas, habitaciones para discapacitados… Es un hotel amigable con las mascotas; un hotel modernísimo pero con su propio huerto. Y claro, un hotel que goza de la hospitalidad manabita, un plus inestimable.

“El manaba es único. Y déjenme decirles,” explica Ricardo, “yo he estado en muchos países y he conocido muchos hoteles desde adentro, gracias a mi profesión: existen pocas culturas de la hospitalidad más agradables que la cultura manaba.”

Con Manabí en el corazón

En Hotel Oro Verde Manta la identidad manabita está en la palestra. A todos nos gusta lo manaba. A todos nos enamora. Sus dulces de Rocafuerte, sus sombreros de paja toquilla, su botella de rompope…

Los nuevos bungalows, exclusividad y visión hacia el futuro.

Gracias a una operación turística y de entretenimiento sin parangón en la ciudad, el hotel llena a quienes visitan de actividades tanto recreacionales como culturales y gastronómicas. Disfruta de la pesca del día, no solo degustando un delicioso plato de atún de cola amarilla. “Vamos a Playita Mía y escojamos contigo el pescado que quieres cenar.”

Descubre el Tea Time a la manaba: con dulces locales y hierbas medicinales y gustativas del huerto. Descubre el maní quebrado; la salprieta… la señora de Montecristi que teje su sombrero, los bailes montuvios, los picnics con música para amenizar la tarde y lo mejor de la comida de esta singular provincia, una gastronomía que, todos lo sabemos, se tomará el mundo.

Una pipa de coco de bienvenida y una caña manabita para despedirte… con mascotas, con niños, con la familia, con la pareja: todo el mundo a disfrutar de Manta en Hotel Oro Verde.

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