Hacienda Gonzabal: Tu burbuja en las montañas de Loja

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Por Aurelia Romero y Cordero

Deliciosas caminatas al río, al cerro y a los poblados cercanos, la elaboración de piezas de cerámica características de la zona, la preparación de pan en horno de leña y de dulce de leche en pailas de bronce, la molienda de caña de azúcar con bueyes para preparar “guarapo”, la cosecha de frutas y legumbres, las visitas a la capilla, a la quesería, el pilado y tueste del café, el rodeo del ganado, el ordeño y las cabalgatas en caballos de paso…

Uno tiene que tomar la experiencia aquí como un retiro, como un lugar para recobrar energías y encontrar silencio, un destino en sí mismo. A diferencia de tantos lugares de hospedaje, uno desciende de la vía de tierra principal para llegar a esta pequeña guarida campestre y deja de escuchar el llamado del mundo. No es como las “haciendas” de hoy, ensimismadas por carreteras y atosigadas por las señales de celular y banda ancha.

La fragancia del café, la calidez de la decoración tradicional, las sensaciones simples que emanan de la madera, la cerámica y el adobe, la simpatía de sonrisas hogareñas de un equipo íntimamente relacionado con la hacienda.

Cultivos de café, de guineo, de yuca y varios tipos de fréjol, de zanahoria, ají y algunas legumbres escogidas; una cultura ganadera a partir de la cual se producen los derivados lácteos, como un delicioso dulce de leche y excelente queso fresco que se sirve en las comidas, siempre respetándose los ciclos agrícolas y las buenas prácticas ecológicas.

Los primeros registros de la propiedad datan de 1642. Desde el siglo XVIII, la Hacienda Gonzabal está en manos de la familia Burneo.

Por donde mires en Gonzabal, te darás cuenta que todo está hecho aquí. Autosuficiente, sustentable, libre de contaminantes de todo tipo, un lugar donde no se utilizan químicos ni se escuchan autos, donde sólo se huele y palpa naturaleza libre, y en el que se respeta la certificación orgánica actualizada.

La excelente comida hecha en casa también se cocina con lo que la tierra produce. Una sopa de zanahoria fresca, bandejas variopintas de fréjol y el ají seco con especias, ante la vista privilegiada de un valle profundo y de las montañas hermosas que se levantan en la distancia.

Sin duda, un lugar como Gonzabal no es para todos, aunque a todos nos haría bien aprovechar esa calidad de pureza y aire tan singular de un lugar como Gonzabal.

Gonzabal está ubicada a tan solo 45 minutos de Loja, en la vía Taquil – Chuquiribamba, pasando el poblado de Cachipamba de Cera. Nutrida por 400 años de historia, este rincón ofrece un espacio de paz que transcurre distinto y una conexión con el entorno que nos recuerda la tranquilidad de otro tiempo.

Contacto

Via Taquil Chuquiribamba Barrio Gonzabal Loja, Ecuador

+ (593 9) 9945 0545

agrogonzabal@seproyco.com

Facebook: /Hacienda Gonzabal

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