Quito está ubicado en un lugar mágico. Son pocas las ciudades en el mundo que ofrecen tanto por hacer y descubrir a tan poca distancia. Si eres quiteño, o has vivido en Quito durante un tiempo, esto lo sabes bien, pero quizás lo olvidas… el trajín de cada día tiene esa fuerza sobre uno, pero déjanos recordarte que esa es una de las grandes dichas de vivir aquí en la capital ecuatoriana.
Sólo debes desprenderte del bullicio urbano y decidirte a dejar la ciudad… Y ni siquiera tienes que ir muy lejos… una hora, u hora y media y estarás envuelto en selva, compartiendo con herederos de culturas ancestrales, al filo de un volcán o en majestuosas haciendas con llamas, locros y leyendas de la colonia.
¡Estás son algunas de nuestras escapadas preferidas! Y todas son excelentes lugares para ir en familia.
Quieres selva… Séptimo Paraíso, desde su mismo nombre, no defrauda, en su hermosa casona metida en medio de hojas de todos los verdes y flores de todos los colores, un glorioso enclave de bosque húmedo cerca de Mindo, con piscinas, excelente comida, cálidas habitaciones y la magia de la naturaleza…
Si buscas salidas al norte, a la siempre fascinante zona de Cayambe, un excelente y nuevo lugar de visita y estadía es Molino San Juan, con suficiente espacio para que los pequeños corran, interesantes visitas cercanas, una cálida recepción, deliciosa comida criolla y un antiguo molino colonial.
Hacienda Cusin también es un clásico de la zona de Otavalo que si no conoces aún, debes hacerlo… un receptáculo de antigüedades coloniales, jardines hermosos, animales de granja, salas de juego y claro, todo lo que hay en los alrededores para descubrir.
Si te aventuras al sur, a las faldas del Cotopaxi, está El Porvenir… lleno de actividades de naturaleza y páramo para todos los gustos, una deliciosa comida tradicional con su nuevo menú y un ambiente que emana la gloria de nuestro querido nevado…
Y si no quieres ir tan lejos, otro lugar para que los chicos corran y los amantes se reencuentren está en los cálidos y serenos paisajes de Puembo, en Hacienda San José, un lugar por descubrir… o como lo llaman ellos, un jardín idílico…