El sofisticado sonido del Bambú

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La historia de la música nacional no es intangible. De hecho, nunca lo fue. A pesar de que esta sea conmemorada a través de géneros y artistas de antaño, la música de nuestro país se expresa de manera viva en manos de talentosos artesanos. Son ellos quienes mantienen la confección y sonidos originales de los instrumentos que escuchamos en aquellos ‘clásicos’. En la comunidad de Peguche, Alí Lema es uno de los encargados de realizar esta noble labor.

Alí es un apasionado de todo lo que produce sonido. Desde pequeño, estuvo inmerso en las folclóricas tradiciones del norte de los andes ecuatorianos. Su padre y su abuelo confeccionaban los instrumentos que sonaban en las acaloradas fiestas, ceremonias y tradiciones que marcaron su gusto por la música y la pasión de replicar esos ambientes sonoros que lo acompañaron toda su vida.

Junto a su madre, Rosa Elena, y su hija Sami, nos recibieron en el estudio musical y taller Taita Gundo. Lleva operando por diez años, y es un punto de encuentro para los músicos locales que se reúnen a conversar del arte y la cosmovisión andina. ‘Básicamente, es un espacio para compartir la cultura’, es la definición más sencilla con la que Alí explica la ‘complejidad’ del lugar.

Dentro del taller, lo que destaca es la una pila inmensa de bambú acompañada con las decenas y decenas de instrumentos colgados en la pared. ‘Este es el material principal de todo lo que ven aquí’, explica Alí refiriéndose al bambú. Pronto entendería que no es solamente un material, sino que además, dicen, tiene vida propia. Para Alí, la filosofía del bambú es algo muy importante, pues dicta que todo instrumento tiene un corazón. La razón es que el bambú también tiene corazones en ramificación y estos se transfiere al sonido que emite el instrumento una vez confeccionado.

Otro aspecto importante de la filosofía del bambú es que este expresa lo que la persona siente. Es decir que si tocamos un instrumento mientras estamos en un apuro, por ejemplo, éste lo hará notar al público. Por ello, es importante que realicemos primero ejercicios de relajación para la respiración y la mente, pues esta será la manera por la cual expresaremos nuestros sentimientos a través del instrumento.

La infinidad de instrumentos que se exhiben en el taller son destellos del amplísimo bagaje musical de nuestra tierra. Están los pinguños, el charango, los sonajeros, las pallas, el mandolín y la guitarra dentro de los más clásicos, pero también hay la bomba mayor, menor, tijeras de burro, chagchas (que están hechos de pezuñas de borrego) e incluso mandíbulas de animales disecadas que se usan como percusión. Ningún animal es lastimado para este propósito, es más bien un ritual póstumo a través del cual se expresa en sonidos lo que en vida fue.

Tras ver todo esto, me surgió una pregunta lógica: ¿y cuál es tu instrumento favorito, Alí? A pesar de tener tantas opciones, hay uno que es el más especial para él y se trata, a su vez, del más ‘simple’: el cocuyo. Es un silbato con forma de pájaro que a su vez imita sus sonidos. ‘Es la sencillez y su dulzura lo que me enamora’, explica Alí. De nuevo, es el sonido que lo transporta a tiempos pasados y es también un llamado al futuro para cuidar a la naturaleza para las generaciones venideras.

Durante la visita, aprendimos también un poco sobre la música imbabureña y sus tres ejes principales, cada uno utilizado en diferentes ocasiones particulares. Los intirraymis, también conocidos como chulay, son aquellos que se tocan para ‘entregar fuerza’, es decir en ocasiones especiales para las personas, por ejemplo, una nueva etapa de su vida. Está también el San Juanito o tusuy que se lo toca en todo tipo de celebraciones, su definición al español significa ‘danza’. Finalmente, el fandango o saguarina que significa ‘unirse’, y se lo toca aquellos momentos que implican nuevos vínculos, ya sean emocionales o familiares.

Para conocer a Alí, su familia y su taller, se puede organizar una visita a Taita Gundo contactándose directamente con el Hotel Otavalo, quienes harán que saque el mayor provecho a esta interesante actividad.

CONTACTO

Calle Vicente Ramón Roca y García Moreno, Otavalo – Imbabura. Ecuador.
(+593) 6 292 8710 / (+593) 6 292 8711
(+593) 993 41 2224
otavalo@arthotelsecuador.com
https://hoteotavalo.com
Fb: /HotelBoutiqueOtavalo
Ins: @hotel.otavalo

Fotografías: Paula Holguín.

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