Humboldt y Bonpland jamás llegaron a explorar la ladera occidental de Pichincha, una zona del Ecuador que hoy es considerada una de las más diversas del país y del mundo. No hay duda que habrían quedado completamente abrumados… más de lo que estuvieron de sí durante su histórica estadía en Ecuador.
Este año la zona del Chocó en el Noroccidente de Pichinca, una de las regiones más megadiversas del mundo, fue declarada Reserva de Biósfera por UNESCO.
El viaje de un poco más de un año a la región del Quito colonial fue demasiado corto como para realmente explorarlo a fondo. Hay que decir, además, que el tiempo de viaje de un lugar a otro, a mula o a pie, hizo que las hojas de ruta no permitieran mayores desvíos. Sólo en su camino a Bodegas, en las bajuras de la provincia de Los Ríos, Humboldt y Bonpland fueron descubriendo la diversidad de los muchos pisos climáticos y nichos ecológicos que se crean en la ladera andina. Pero la zona del Noroccidente era una fascinante maraña de vida que les habría fascinado. Hoy, su estado de conservación y eje ecológico permite que podamos vivir experiencias inolvidables, donde la ciencia y la historia nos conectan con una naturaleza pura y salvaje.
¿Qué fabulosos hallazgos se perdieron Humboldt y Bonpland en el Noroccidente?
Los culuncos
En épocas precolombinas, estos caminos cavados en el bosque, con una cubierta natural de árboles para proteger a los caminantes de la lluvia, servían a los mercaderes ancestrales para transportar productos de la Costa a la Sierra. En Yunguilla, Santa Lucía, La Armenia existen remanentes de dichos antiguos senderos.
Preciosas orquídeas
Bonpland y Humboldt estaban fascinados con las orquídeas. Lugares como El Pahuma te invitan a descubrir varias especies en su orquideario, además de hermosas cascadas escondidas en el bosque.
El bosque chaparro
Un nicho ecológico muy especial del Pichincha, montaña que Humboldt subió en tres ocasiones, pero nunca a la zona de bosque chaparro de la Reserva Yanacocha, cuenta que con vestigios de sistemas prehistóricos de captación de agua-lluvia y una flora y fauna cautivante.
Una diversidad de aves sin par en el mundo
En Maquipucuna, Tandayapa, la eco ruta “Paseo del Quinde” y la zona de Mashpi, la variedad de especies (desde tangaras, tucanes y colibríes de todos los colores hasta aves muy exóticas como el Gallito de la Peña) son hoy muy fáciles de ver y habrían, sin duda, hecho que Humboldt y Bonpland olvidaran por un momento las plantas y volcanes.
Ruinas de Tulipe
Las piscinas de piedra halladas en Tulipe habrían fascinado a Humboldt… ¿qué son? ¿para que se utilizaban? Una mirada al pasado que hoy podemos disfrutar en un precioso museo de sitio.
Trechos de bosque con decenas de microclimas
Cualquier visita al Noroccidente de Humboldt y Bonpland habría, sin duda alguna, forzado a que quisieran quedarse más tiempo en el país explorando el asombroso prisma de pisos climáticos entre los Andes y las tierras bajas, en lugares como la Reserva de Mashpi, con un rango altitudinal entre 2200 msnm y 1500 msnm. Cuanta diversidad existe en este pequeño trecho de bosque.
¡Visita el Noroccidente con aquel espíritu de exploración dignos de Humboldt y Bonpland!
Reserva Geobotánica del Pululahua
Comunidad de Yunguilla
Museo de Sitio de Tulipe
Reserva Yanacocha
Reserva Orquideológia Pahuma
Reserva Maquicupuna
Culunco La Armenia
Tandayapa y Ecoruta
Reserva de Mashpi
San José de Mashpi
Quito Turismo
Parque Bicentenario, terminales del antiguo aeropuerto.
+(593 2) 299 3330