Por: Sarah Foster
El “Austro”, cuyo foco urbano es la ciudad de Cuenca, es único en Ecuador para quienes desean conocer sitios arqueológicos incas y pre-incas del país. Aquí está un resumen de algunos de los hallazgos más impresionantes.
O sea, Harrison, ya sabes… en Cuenca hay lugares de sobra para filmar la 5!
1. Pumapungo
– ¡Imagina a Indiana Jones escapándose de los feroces guardias de Pumapungo con esta belleza! –
Pumapungo es uno de los pocos sitios arqueológicos en Ecuador que se encuentra en medio de una ciudad importante, y de estos lugares es, sin duda, el más imponente. Estas «Puertas del Puma», como reza su nombre en kichwa, nos remontan a la típica colina inca, con canales de riego y terrazas de cultivo dispuestos para recibir el sol de la mañana en toda su gloriosa fuerza.
El sitio también cuenta con un centro de rescate para aves y un jardín botánico con una gran diversidad de plantas locales, ubicado en las faldas del cerro.
El Parque Arqueológico Pumapungo es uno de los parques urbanos más interesantes, bellos y relevantes del país.
Antes de salir a ver las ruinas, vale la pena visitar el ala de Etnografía del Museo (que en realidad es la entrada principal del sitio), que explica el territorio Cañari y su relevancia previa la Conquista Inca, mostrando además una impresionante colección de elementos arqueológicos de épocas precolombinas.
2. Ingapirca
A más o menos una hora y media de Cuenca, hacia el norte, encuentra las ruinas incas más importantes de Ecuador: el sitio arqueológico de Ingapirca.
– Las bases de las construcciones revelan la distribución del milenario Ingapirca –
Ingapirca es fascinante. Su prominente Templo del Sol se encuentra en el corazón del complejo y uno puede evocar la grandeza arquitectónica y cultural de los incas al observar sus nichos, piedras bellamente talladas y magnífica terraza circular. Paseando entre las construcciones, te empiezas a imaginar viviendas y salas de sacrificio de un pasado antiguo. O puedes caminar los senderos que te llevan a zonas aledañas, donde te espera la famosa «cara inca», una formación geológica que parece un perfil humano.
3. Baños del Inca
– Ruinas de Coyoctor –
Si llegas a Ingapirca, es posible combinar la visita de este fabuloso sitio arqueológico con la estación de tren (un viaje corto que conecta el pueblo de Tambo con Coyoctor) donde se encuentran los baños del Inca, un sitio arqueológico bastante interesante.
La formación estructural escalonada de piedras y tierra de las ruinas —la que, aun siendo reducida en tamaño no deja de ser impresionante—revela antiguas piscinas que se presume se utilizaban ceremonialmente (se presume además que estas ruinas estaban conectadas con el propio Ingapirca).
El complejo arqueológico cuenta con biblioteca y un museo con algunas piezas de las civilizaciones cañari e inca.
Más aventuras para el explorador empedernido
El complejo arqueológico más importante de la provincia de Azuay (nótese que Ingapirca está en Cañar) es sin duda alguna los Paredones de Molleturo del Parque Nacional El Cajas. Un lugar inolvidable en medio de una naturaleza inolvidable.
Desde El Tambo, el pueblo desde el cual subes hasta Ingapirca, también existen restos de un cementerio cañari, conocido como Pinshul.
Solo para dementes: en el extremo sur de la provincia de Azuay, en la región de Oña, avanzando hasta el Encañonado del Río León, llega hasta el final del camino donde te toparás con el peculiar “Ingapirca” de Oña… una construcción antigua y desconocida… toda una aventura.
4. Paredones y el Camino Inca del Ecuador.
La caminata de 3 días desde Achupallas, al sur de la ciudad de Alausí (también conocida en el circuito turístico ecuatoriano por ser la estación desde donde te embarcas en el tren para bajar la Nariz del Diablo) hasta Ingapirca, ha sido apodada por muchos como El «Camino Inca» y es una de las caminatas más atractivas del país. Cruzas el Nudo de Azuay, un paso interandino que se abre camino hacia el sur por lo que alguna vez fue parte del Kapak Ñan, el camino inca (el baron Alexander von Humboldt, cuando realizó esta misma travesía a principios del siglo XIX, lo consideraba tan espectacular como las ruinas romanas que encontró en Europa).
– Paredes de pie y paredes caídas en el sitio de Paredones, cerca de Culebrillas –
Lamentablemente, 500 siglos de dominio colonial y «progreso» han despojado a la zona de su grandeza original, ya que los empedrados y muros han sido despojados de sus piedras, las cuales se han utilizado para construir casas, edificios e incluso iglesias cercanas.
Al caminar uno pasa por las «apachitas», lugares sagrados a lo largo del camino donde los caminantes dejaban piedras y dádivas a los dioses. Con los años, estas se han convertido en grandes montículos.
Probablemente el lugar más importante de la caminata es Paredones, una construcción pre-inca que aún se mantiene de pie (que también se han empequeñecido con los años a medida que los lugareños le quitan las piedras) cerca del hermoso Lago Culebrillas. Se puede acampar en el sitio y deleitarse con los paisajes que lo rodean.
5. Cojitambo
Cojitambo es un sitio de escalada en roca muy conocido en el país, pero la colina en sí todavía presenta terrazas incas similares (aunque más pequeñas) que las de Pumapungo. En el lugar se puede encontrar una antigua construcción de piedra y sirve de mirador desde el cual deleitarse del paisaje que rodea las provincias de Cañar y el norte de Azuay. Es una parada obligada para cualquier visitante de la zona, que puede combinarse con la hermosa iglesia de Biblián (la que está apostada a una montaña).
– Arqueología, romance y cigarrillos en las alturas de Cojitambo –