Carnaval de Guaranda, ¡carnaval de locura!

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A la vera de la montaña más cercana al sol, en el lado oculto de sus faldas, descansa la tranquila ciudad de Guaranda. Es una ciudad que pasa la mayor parte del año en una especie de modorra. Su gente generosa y sonriente se dedica a una vida tradicional, dominada por la montaña y la agricultura. Cuando llegan los carnavales, sin embargo, su energía se desborda sobre las calles. Uno podría hasta decir que en Guaranda hay que prepararse todo el año para su Carnaval.

La fiesta dura alrededor de una semana y son pocas las ciudades que, en esta época, aglomeran a tantas personas en las calles para ver o participar de sus desfiles. Acá predominan las máscaras, los colores vivos, los bailes y comparsas y carros alegóricos con enormes efigies que demuestran el alto grado de esmero, organización y anticipación con el que cuenta el evento.

Protagonista ineludible del Carnaval de Guaranda: el pájaro azul (PH: Jorge Vinueza).

El Taita Carnaval es el gran anfitrión —dicen que el espíritu del volcán ingresa en su alma y domina su locura fiestera— y los huasitúpac son los pícaros que dan de beber el producto guarandeño por excelencia: un aguardiente de alto grado alcohólico conocido como pájaro azul (que no te sorprenda el disfraz en las calles). Se trata de un destilado que proviene del hervido de caña, hierbas e incluso gallina cocida.

 

Oficialmente, es el Taita Carnaval quien inaugura los ‘juegos’ una semana antes de la fiesta. Se juega duro: la gente lanzándose huevos, maicena, harina y, sobre todo, mucha espuma. A medida que pasan los días, acercándose al fin de semana de Carnaval, empiezan los eventos. Hay conciertos, elección de reinas carnavaleras y desfiles en los que predominan los colores fuertes y diversos. Máscaras, personajes, uniformes, algunas elegantes, con sombrero de paño… otras festivas…

Coplas carnavaleras

Otra parte indisociable de esta fiesta es la música… y sobre todo la poesía. Desfilantes con guitarras son una visión común, y las letras de sus canciones, la picardía del pueblo. Es, sin duda, una época pícara, llena de rimas. Las llamadas coplas hablan principalmente del amor y el desamor, de la pasión, el erotismo o simplemente del cariño o las riñas entre parejas.

El cuerno anuncia la fiesta y su implacable avance sobre las calles guarandeñas (PH: Jorge Vinueza).

Pero también hablan de la fiesta, del desfile, de los platos típicos, de las experiencias de bailar, cantar y emborracharse en esta época en que todo un pueblo se libera.

¡Ahijuay pucha Carnaval! Te he de cantar y te he de bailar, y el Miércoles de Ceniza… también te he de apapachar!

La fiesta guarandeña del Carnaval fue considerada, en 2002, Patrimonio Cultural Intangible del Ecuador.

Photo portada: Taita Carnaval es quien inaugura las festividades (Juan Pablo Verdesoto).

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