Un nuevo proyecto está tomando forma en Cumbayá. Un importante predio al sur de la Avenida Interoceánica se convertirá en uno de los conjuntos residenciales más impresionantes que la capital ecuatoriana haya visto. El mundo verde, verde de Aquarela será algo que cambiará el paisaje para todos los quiteños.
«Estamos encantados de asociarnos con el ganador del Premio Pritzker Jean Nouvel y su equipo para este ambicioso proyecto», dice Joseph Schwarzkopf, gerente de la compañía. “Queríamos alzar la vara una vez más, crear algo realmente especial. Aquarela es un mundo autónomo, vivo, que respira y que cambiará la percepción de las personas sobre cómo puede ser en realidad su estilo de vida».
Es difícil imaginar cómo se verá la construcción actual una vez que se culmine este proyecto, eso es justamente lo que lo hace especial. «Somos muy afortunados de vivir en un punto del planeta donde la naturaleza es tan abundante», explica Joseph. “Tenemos sol todo el año, lluvias regulares y especies de plantas que crecerán en innumerables contextos diferentes. A Jean Nouvel le encantó la idea de poner la naturaleza en primer plano para este proyecto, convirtiéndolo en un elemento determinante para toda la planificación. Los resultados de la relación arquitectura-naturaleza serán sorprendentes en el resultado final, donde se mimetiza lo construido con la vegetación nativa propuesta”.
Existirá vegetación en planos horizontales y planos verticales de todo el proyecto, cobertura de áreas verdes plantadas con miles de especies nativas. No solo rodearán los diferentes núcleos de vivienda propuestos, sino que crecerán a su alrededor, a través de ellos, colgarán de ellos. Un bulevar central a través de todo el complejo se sentirá como si estuvieras caminando por un sinuoso sendero de montaña. Las enredaderas se entrelazarán con los balcones a lo largo de varios pisos. Las pasarelas estarán bordeadas de altas gramíneas que se mecerán con el viento y árboles elegantes y orgullosos atraerán a decenas de aves y fauna nativa.
Adicional a esto, el proyecto implementará facilidades de agricultura urbana en espacios comunales, para promover esta iniciativa entre los habitantes. Conjuntamente con las tonalidades verdes proporcionadas por la vegetación, el proyecto tendrá revestimiento de fachadas con piedra cálida, con un degrade de diferentes tonalidades doradas, con ondulaciones y curvas, líneas asimétricas. El trabajo en piedra será llevado a cabo por mano de obra local, cuidando cada detalle en su colocación para adaptarse orgánicamente al entorno.
Este enfoque centrado en la naturaleza va mucho más allá de la fachada; está incrustado en todo el ADN del proyecto. «Queríamos ir más allá de las regulaciones ecoeficientes del Municipio, afirma Joseph, «aprovechando la brillante visión de Jean Nouvel mientras se implementa el uso responsable de los recursos como eje de Aquarela».
La gestión del agua es clave: agua lluvia es recolectada en cisternas y luego de ser tratada se reutiliza para riego de las áreas verdes, mientras que las aguas grises provenientes de lavamanos, lavadoras y duchas pasa por una planta de tratamiento para reutilizarse en inodoros de todo el proyecto. Los sistemas inteligentes de riego satisfarán las necesidades específicas de la vegetación, asegurando que, a través de los balcones, jardines verticales y jardines exteriores, el uso de agua sea el óptimo en todo momento. Obviamente, esto beneficiará a los residentes cuyas facturas de servicios públicos se reducirán, pero también disminuirá la huella ambiental para del ambicioso proyecto.
Además, Aquarela se benefició del equipo de arquitectos paisajistas de Jean Nouvel, que trabajó de la mano con Uribe & Schwarzkopf. Cada apartamento estará instalado en medio de plantas, asegurando temperaturas interiores cómodas que excluyen la necesidad de aire acondicionado y/o calefacción.
Dentro de este mundo lleno de naturaleza, los residentes de Aquarela disfrutarán de la mayor calidad de vida, evitando uso de vehículo para movilizarse y encontrando actividades recreacionales. El propósito de esto es generar comunidad vinculada a un nuevo tipo de vida urbana en Quito. Cada bloque tendrá su propia piscina para adultos y niños al aire libre y los residentes formarán parte de su propio club exclusivo, disfrutando de dos salas de cine, salas de juegos para diferentes edades, bolos, sala de música insonorizada, centro de negocios con salas de reuniones, sala de yoga, spa, spa para mascotas, peluquería y dos restaurantes con menús variados.
Aquellos que quieran mantenerse en forma o hacer ejercicio encontrarán abundantes comodidades, que incluyen una piscina cubierta de tamaño olímpico, un amplio gimnasio, pista de hielo cubierta, un campo de minigolf, una cancha de squash, una cancha de tenis al aire libre y una cancha de fútbol AstroTurf 5-por-5.
La visión de Aquarela es un mundo dentro de sí mismo para los residentes, un mundo en directa y respetuosa relación con la naturaleza.
El árbol de arupo, conocido por sus hermosas flores rosadas, es un ícono natural de los meses de verano en Quito y Uribe & Schwarzkopf ha resuelto recientemente sumarse al proyecto del escritor Rafael Lugo para replantar la intersección de El Trébol al este de la ciudad con cientos de estos árboles. La empresa donó 120 arupos, además de entregar 80 árboles de distintas variedades adicionales.