Viajas hasta Cotacachi (provincia de Imbabura), a dos horas de Quito, hasta la Hacienda Alimaki. Su dueña Mónica Riquetti, amante del turismo y de la naturaleza, convirtió a este lugar que un día fue la casa de su familia en un centro de transmisión de oficios tradicionales: imaginería quiteña, pintura de Tigua, manufactura de joyas con mullos y cestería.
Quienes se apuntan a esta aventura no sólo disfrutan de algunas horas en una propiedad de grandes jardines, llenos de guayabas, manzanilla, limones, macadamia, árboles de yalomán, ataco y rosas, sino que pueden, también, poner a prueba sus habilidades artísticas.
Aquí los visitantes descubren los secretos de cómo se hacen lasimágenes religiosas junto a Gabriel y Magali; se contagia de la alegría de Rosa, que pacientemente nos enseña cómo cruzar fibras para hacer aventadores; le pedimos consejos a José sobre qué colores combinar en nuestras pinturas al estilo de Tigua y hacemos pulseras propias con Laura. Luego de esta experiencia, disfrutamos de un delicioso almuerzo vegetariano hecho con la producción de la propia hacienda y con productos adquiridos en los mercados locales.
El compromiso de Mónica es no permitir que estos antiguos oficios mueran. Es una oportunidad para descubrir junto a los mismos artesanos sus anécdotas y la propia historia de sus tierras, a través de sus palabras y de sus manos.
Estas manos llenas de sabiduría (ali-maki en kichwa) nos enseñan a sostener espinas de penco con las que se puede dibujar sobre láminas de pan de oro; a manejar la aguja con destreza para cazar los mullos regados sobre el plato; que cocinan los alimentos de la tierra y que, al final de la travesía, se entrelazan en agredecimiento por haber abierto sus puertas y corazones a quienes los visitan.
Calle Manuel Larrea s/n, Barrio El Coco, vía a Cuicocha.
Reservations:
Mónica Riquetti Carrasco
(+593) 9 9854 5622
alimaki.ecuador@gmail.com